Horas productivas en un día de trabajo

Desde preparar tazas de café y hablar con los compañeros a través de una plataforma de Comunicaciones Unificadas como Servicio (UCaaS) como Ringover, hasta tentaciones más modernas como las redes sociales o los juegos, puede ser una lucha concentrarse durante ocho horas al día.

Y aunque la transición al trabajo a distancia ayudó a las empresas a sobrevivir a la crisis de COVID-19 y a emplear a una mayor variedad de personas, a muchas les preocupa que los trabajadores en casa estén flojeando. Hace poco, Amazon se enfadó al decir a sus empleados que volvieran a la oficina cinco días a la semana, volviendo a su política anterior a la pandemia.

En este estudio consideramos ser productivo como el dedicarse exclusivamente a tareas o comunicaciones relacionadas con el trabajo. Para ello, hemos encuestado a 1.063 españoles con empleo para que hablen sinceramente de su productividad en el trabajo y descubrimos que el trabajador medio es productivo durante cinco horas y 6 minutos al día, es decir, el 63,75% de una jornada laboral típica. Pero, ¿cuál es la psicología que hay detrás de nuestra productividad laboral? ¿Qué nos distrae y por qué lo hacemos? ¿Y quién es más propenso a procrastinar en el trabajo?

Cifras clave

• La persona media es productiva durante cinco horas y 6 minutos de su jornada laboral, es decir, sólo el 63,75% de un día de trabajo normal.
• El trabajador medio pasa una hora al día consultando temas no relacionados con el trabajo.
• Hablar con amigos y familiares (79,8%) es la actividad no relacionada con el trabajo más habitual.
• La mitad de las personas (46%) justifica la procrastinación porque su trabajo se termina a tiempo.
• La mitad (51,9%) ha perdido una reunión o un mensaje urgente por distraerse del trabajo.

La persona media es productiva durante cinco horas y 6 minutos de la jornada laboral.

Haciendo una media de todas las respuestas, la persona media es productiva durante cinco horas y 6 minutos al día. Las mujeres son ligeramente más productivas que los hombres, unos 36 minutos al día (cinco horas y 24 minutos frente a cuatro horas y 48 minutos, respectivamente).

Pero, ¿realmente los trabajadores a distancia son menos productivos y, en caso afirmativo, cuánto? Por término medio, los trabajadores de oficina fueron más productivos en 36 minutos que los trabajadores a distancia. Sin embargo, antes de que las empresas se planteen establecer una política totalmente presencial, los trabajadores híbridos resultaron ser los más productivos, con cinco horas y seis minutos.

A la pregunta de si la gente piensa que las generaciones más jóvenes son menos productivas, la mayoría (64,3%) respondió afirmativamente. Los más jóvenes eran menos propensos a pensar así (41,6%), y los menos propensos eran los que tenían entre 60 y 69 años (68%). Sin embargo, los jóvenes de 18 a 27 años son por término medio tan productivos (cinco horas y 18 minutos) como los de 60 a 69 años (cinco horas y 12 minutos).

El grupo de edad más productivo es el de los trabajadores de mediana edad (44-59), con una media de cinco horas y 30 minutos, mientras que el menos productivo es el de los millennials (28-43), con cuatro horas y 18 minutos.

Los empleados de mayor rango y los propietarios de empresas tienen una hora más de productividad al día

Teniendo en cuenta la antigüedad laboral del encuestado, los mandos intermedios y los asociados estimaron la duración más baja de productividad (cinco horas y 48 minutos), mientras que los empleados mayor rango y los propietarios de empresas estimaron que tenían horas productivas considerablemente más largas que los demás encuestados.

El trabajador medio pasa una hora al día navegando por temas no relacionados con el trabajo.

Según la media del estudio, el empleado medio realiza 7,1 actividades no relacionadas con el trabajo a lo largo de un día normal. Para averiguar a dónde va a parar todo ese tiempo perdido, pedimos a los encuestados que calcularan cuánto tiempo dedicaban a distracciones habituales. Las actividades no relacionadas con el trabajo a las que los trabajadores admitieron dedicar más tiempo son navegar por Internet (56 minutos), seguidas de comunicarse con amigos y familiares (55 minutos) y discutir con compañeros sobre temas no relacionados con el trabajo (52 minutos).

Hay que señalar que estas cifras reflejan una media de todas las respuestas, aunque algunos encuestados no participen en todas las actividades, lo que significa que no se pueden sumar los tiempos medios para hallar la media diaria de todas las actividades.

Hablar con amigos y familiares (79,8%) es la forma más habitual de procrastinar.

Pero, ¿qué comportamientos admite haber realizado la gente durante el tiempo de trabajo y qué distracciones considera inaceptables? Para determinar los comportamientos procrastinadores concretos que admiten los españoles, se encuestó a otros 583 adultos españoles con empleo. Las formas más comunes de procrastinar son comunicarse con amigos y familiares (79,8%), comprar por Internet (76,3%) y, en general, navegar por la Red (74,8%).

En cuanto a comportamientos considerados “inaceptables” durante el horario laboral, los encuestados consideran que jugar en horas de trabajo es la peor ofensa (39,2%), a pesar de que tres de cada cinco (60,9%) admiten haberlo hecho. Otro comportamiento inaceptable es tener relaciones sexuales con alguien (aunque el 45,6% también afirmó haberlo hecho). A pesar de que las compras por Internet fueron el comportamiento más comúnmente admitido, el 32,5% de la gente también pensó que era una distracción inaceptable.

La mitad de las personas (46%) justifica la procrastinación porque su trabajo se termina a tiempo.

La mayoría de las personas, el 76,8%, afirma haber tenido problemas para concentrarse en el trabajo, y el 28,8% dice que a menudo o siempre los tiene. Y más de la mitad de los trabajadores (62%) a veces o a menudo se sienten preocupados por su productividad en el trabajo.

Pero no todo el mundo se siente mal o paranoico sobre su nivel de productividad. Sólo uno de cada cinco (20,7%) se siente siempre culpable por procrastinar en el trabajo, la mayoría sólo lo hace a veces (41,7%) y uno de cada cuatro (25,7%) dice no sentirse nunca culpable por realizar actividades personales durante el tiempo de trabajo.

La justificación más común que dieron los encuestados fue que se aseguran de terminar sus tareas a tiempo (46%), que es un comportamiento normal (27,6%) y una cuarta parte dice que recupera el tiempo más tarde (24,4%).

Pero además de estas justificaciones, ¿qué otras razones aduce la gente para perder la concentración en el trabajo? Casi nadie procrastina porque pueda «salirse con la suya» (6%); las razones más citadas para distraerse son el aburrimiento (30%) o el estrés (30%).

La tercera razón más común es la falta de atención (23,1%). A la pregunta de si el mundo moderno ha afectado a nuestra capacidad de concentración, el 73,9% cree que la digitalización ha acortado nuestra capacidad de atención.

La mitad (51,9%) ha perdido una reunión o un mensaje urgente por estar distraído en el trabajo.

La mitad de los encuestados (51,9%) ha perdido una reunión o un mensaje urgente porque estaba haciendo algo que no debía. La mitad de las personas (54,1%) admite haber mentido a su jefe sobre dónde está o qué estaba haciendo, y de nuevo los hombres son más propensos a mentir a su jefe (65,17%) que las mujeres (42,31%).

Un poco menos, el 44,5% dijo que le habían pillado haciendo algo que no debía en el trabajo. Y el 43% de los encuestados afirmaron que seguían con este comportamiento, incluso después de haber sido sorprendidos. Los hombres eran más propensos a seguir con ese comportamiento a pesar de haber sido sorprendidos (53,1%), frente al 34% de las mujeres.

Metodología

En octubre de 2024 se encuestó a 1.063 adultos españoles sobre su productividad en el trabajo.

Los datos demográficos de edad de estos encuestados fueron:

• 18-27: 8.4%
• 28-43: 74.9%
• 44-59: 13.5%
• 60-69: 2.4%
• 70+: 0.8%

Los datos demográficos por género de estos encuestados fueron:

• Mujeres: 46,5
• Hombres: 52,4
• No binario: 1,0%.
• Prefiero no decirlo: 0.1%